Este fin de semana fue de agua se me hizo aburrido, una caminata en la que me fui por todo el casco antiguo, fue la guinda del fin de semana, algo que necesitaba, no podía pasar sin andar por estos lugares, estar en tus rincones se hace muy especial, cuando llueve mas aún, todo se colma y el relax es absoluto.
Pero hoy fue la venganza, después de un paseo de unos 70 km rodando suave con mi amigo Juaquin, si juaquin, le cambie el nombre además es francés y no se va a dar cuenta, jajaja, hemos echado un rato de muerte, Almodovar, posadas, el pilón y vuelta, luego cafelito y un rato amplio de charla, que rato mas bueno. Pero lo que vino después fue lo que me falto ayer, cervecita en el bar el correo, tapitas en el Casa Blanca, ha sido el cierre de un gran fin de semana un poco tipo monje de los franciscanos, con días de reclusión, pero es lo que necesitamos muchas veces el relax de la casa.
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