Alberto Contador ha asegurado que prefirió no arriesgar al final de la 17ª etapa del Tour de Francia pensando en la contrarreloj, por lo que finalmente fue segundo por detrás del luxemburgués Frank Schleck.
El líder de la general ha señalado que "sabía que los dos hermanos Schleck me iban a atacar y he preferido no arriesgar, ser conservador de cara a la contrarreloj de mañana".
Contador ha lamentado que su compañero de equipo Andreas Kloden se quedara descolgado del grupo de cabeza tras un ataque suyo, pero se ha justificado diciendo que era la táctica que habían hecho previamente a la etapa: "Era la táctica que habíamos comentado antes de la etapa, atacar para distanciar a los Schleck. Lo habíamos hablado con Johan (Bruyneel, director del Astana). En la Colombiere he hablado con Kloden para decirle que iba a atacar y me ha dicho que lo hiciera sin problemas".
El madrileño ha apuntado que no colaboró con los Schleck en el grupo de cabeza porque "tenía otros compañeros detrás, como Andreas y Lance (Armstrong)".
Los Schleck "están en estado de forma muy fuerte. Pensábamos que Frank estaba peor de lo que ha estado. Están fortísimos. Mañana -por el jueves- hay una contrarreloj larga y mi compañero Andreas y mi compañero Lance son fuertes en contrarreloj y van a estar las diferencias cerca para volver a cogerlos a ellos", ha comentado el de Pinto.
El madrileño ha destacado también la importancia de haber aumentado las diferencias con el británico Bradley Wiggins, un especialista en la contrarreloj que podía haber sido un problema de cara a la cronometrada.
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