El campeón repetirá triunfo en París después de haberlo pasado realmente mal en la contrarreloj final en Pauillac. Casualmente, Contador sacará en la general final 38 segundos a Andy Schleck, los mismos que le metió en el día del ya famoso incidente de la cadena del luxemburgués.
Corazones encogidos desde las 16:02 de la tarde. Había empezado la contrarreloj final que iba a decidir el Tour. La única etapa en la que no iba a haber amistad de por medio y el día decisivo en el que los pronósticos más optimistas hacían presagiar que el ciclista español no sólo iba a meter un buen saco de segundos a su amigo y que iba a disputarle la victoria al colososísimo de la especialidad.
Nada de esto ocurrió. Salvo que no hubo amistad (como tenía que ser y tendría que haber sido) de por medio. Pero antes de comentar los minutos en los que toda España estaba con las pulsaciones a tope y Luxemburgo frotándose los ojos, muchísmo antes de todo esto, Fabian Cancellara había parado el reloj en 1:00:56. Ni Tony Martin ni su compañero Bert Grabsch, ambos especialistas contra el reloj, pusieron en ningún apuro a la Locomotora de Berna.
Tan sólo esperó desde el antepalco a ver quién era el valiente que podía toserle. Él y todo el mundo vio cómo por un cuarto de hora muy largo el mundo estaba completamente al revés. Alberto Contador no estaba cómodo sobre su montura e iba cediendo segundos sobre su amigo. Por un momento llegó a estar a cuatro segundos de quitarle la prenda amarilla y el paso por el primer parcial en Lé Pián Médoc prometió nervios y diversión por igual. Schleck era dos segundos más rápido y se puso a tan sólo seis de su sueño.
A raíz de este dato el viento seguía soplando fuerte y de cara pero la lluvia de nervios iba escampando porque conforme pasaban los kilómetros los segundos de diferencia iban aumentando. En el kilómetro 36 se apreció una ligera reacción del líder, 7 segundos mejor que Andy, que ya estaba a 15 en la general. En el mismo punto ya se había decidido el asunto del tercer puesto en el escalón. Denis Menchov estaba arrasando a Samuel Sánchez, con un adelanto de 1:21 minutos. El campeón olímpico iba directo hacia la temida medalla de chocolate, sospecha que se confirmó en meta.
A.G. / Eurosport
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