Aquel día como tantos otros fui a recogerla, algo normal, me gustaba esperarla en la puerta de trabajo por el detalle de su olor a pizza, es curioso que su olor me traía otros deseos que no eran el de comer, también me hizo tener momentos especiales guardados, hay frases que dicen, a que huelen los besos, en mi caso a pizza, como otros días nos vimos en la puerta, me miro, tenia la mirada profunda, muchas veces pensaba que me estaba atravesando, luego sonreía, y el ambiente se ponía dulce, el pelo recogido, los baqueros rotos y las ganas de sonreir, todo eso en cada momento que pudimos vivir.
Las historia cuando son apasionadas te dejan huellas de por vida, el caminar tomar un café, hablar en un banco, hoy tendré un recuerdo muy bueno, tome un café en un banco de una plaza, el sol nos calentaba, no había mucho ruido con lo cual no había que forzar la voz para charlar tranquilamente, luego endulzamos el tónico con unos pastelitos, bien regados de chocolate, diría que un capricho del cielo, pero el resumen es un buen rato bien acompañado, al final la vida esta basada en las cosas que te dejan algo bueno, el resto son historias en las que solemos perder mas tiempo del que deberíamos, como explicar que un amor puede esperarte una vida, estar con el desaparecer en breve, como explicar que una mirada te puede cambiar una vida. Te puedes enamorar de un segundo o un minuto con una persona?, creo que la vida te da muchos enamoramientos, como la foto que sirve de entrada, mi recuerdo cuando pase por hay, es de dureza, pero fui capaz de fijarme en su belleza.
Con sabor a Pizza, o a Café.
Fran de Toro.
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