martes, 6 de julio de 2010

Tour de Francia - Contador sobrevive al infierno adoquinado

Victoria de Thor Hushovd y gran beneficio para Andy Schleck y Cadel Evans tras la etapa de pavé. Contador salvó los muebles pese al pinchazo final y haber cedido 1:12 respecto al luxemburgués. Un pinchazo de Armstrong deja al texano más lejos de los favoritos y Frank Schleck se retiró tras una caída

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La sospechas de fraude, al menos para el espectador, en forma de un nuevo plante de los ciclistas por la peligrosidad de los tramos de esta tercera etapa quedaron reducidas a la nada cuando Fabian Cancellara compareció ante el micrófono antes de comenzar la jornada y dijo que esta vez no había intención de esperar a nadie.

El suizo, mejor que nadie, sabía lo que se decía porque fue el protagonista absoluto junto a Andy Schleck. Si estos nombres coparon el lunes la información, Cancellara y el hermano menor fueron los grandes beneficiados del paso por los tramos empedrados. El maillot amarillo vuelve al torso del helvético y Andy perdió a su hermano en el camino hacia París, pero asestó un golpe de relativa importancia a la clasificación general. Esto último también podría aplicarse a un valiente Cadel Evans, otro de los beneficiados de la tarde en el norte de Francia.

Antes de que las ruedas bailaran en el tramo de Sars et Rosières, la fuga de siete hombres: Steven Cummings (Sky), Ryder Hesjedal (Garmin-Transitions), Pavel Brutt (Katusha), Robert Kluge (Milram), Pierre Rolland (Bbox), Imanol Erviti (Caisse d'Epargne) y Stéphane Augé (Cofidis) rodaban en cabeza, ya que los Saxo Bank y los Cervélo les dejaban hacer a su antojo.

El grupo se partió y el canadiense de Garmin tiró en cabeza y a punto estuvo de concluir su solitaria aventura, ya que a falta de cinco kilómetros fue engullido por el grupo bueno, el que comandó con mano de hierro Fabian Cancellara, Andy Schleck, Thor Hushovd, Cadel Evans y el Sky Gerant Thomas. No obstante, antes de otra exhibición de fuerza bruta del suizo, su compañero Frank se fue al suelo en la primera curva del cuarto sector de pavé y dijo adiós a la carrera.

Con el mayor de los hermanos eliminado, la intención de Cancellara no era parar, ya que a su rueda tenía a Andy. Exactamente al contrario que lo sucedido hacía veinticuatro horas, agarraron con fuerza la cruz del manillar y apretaron los glúteos contra el sillín para romper la carrera en mil pedazos.

Esa primera montonera se llevó por delante también al hasta hoy líder Sylvain Chavanel y provocó cortes de cierta relevancia. De hecho, Alberto Contador parecía abandonado a su suerte junto a su compañero Alexander Vinokourov. Iban en el tercer grupo, justo por detrás de Lance Armstrong y Yaroslav Popovych. Esta fractura de grupos se minimizó cuando el tubular del texano reventó y cedió casi dos minutos.

Mientras los de cabeza volaban, Contador pudo reagruparse con otro grupo en el que estaban Denis Menchov, Bradley Wiggins y una buena rueda para estos terrenos, la de Juan Antonio Flecha, que pese a no estar con los mejores también fue protagonista en la superficie de la que es especialista.

Con los daños minimizados y Armstrong dando una lección de pundonor pese a quedarse sin compañeros de equipo, evidenciando de paso que sus compañeros no estuvieron a la altura, a Contador aún le quedaba pasar un mal trago.

Éste se produjo en los últimos metros de la etapa, muy cerca de la línea de meta. Exactamente, 1:12 segundos antes había ganado con facilidad Thor Hushovd. Quince segundos antes Vinokourov tiró del pequeño grupo conformado también por Vansummeren, Van den Broeck, Menchov, Wiggins y Nicolas Roche. El campeón se quedó cortado y levantando el brazo. Había pinchado y cedió un puñado de segundos más con el verdadero ganador tras estas dos jornadas de caos, protesta, polvo y adoquines: Andy Schleck, aunque por el camino se dejó a su hermano. Y eso, a la larga, le puede pasar factura.

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